UN COMENTARIO DE TEXTO SOBRE PLATÓN
El tipo de lectura filosófica requiere una gran concentración, una actitud indagadora especial y un estado de ánimo de gran expectación para captar cada una de las ideas y sus mutuas relaciones que aparecen en nuestra mente cuando hemos estudiado bien, inteligentemente la teoría. Aparte de esta imprescindible actitud intelectual, el alumno debe conocer reglas, pautas, procedimientos y técnicas para afrontar un texto filosófico. Todas ellas las exponemos aquí, resaltadas en negrita y por tanto, estas partes constituyen una suerte de método para la realización de cualquier comentario de texto en la materia de Historia de
PRIMERA CUESTIÓN: LOS CONCEPTOS
• Los conceptos filosóficos juegan en un texto el mismo papel que una pieza en una maquinaria o un signo en una ecuación: si no están no funciona la máquina o no se puede resolver la ecuación; del mismo modo, cuando falla la comprensión de un concepto el texto se torna incomprensible.
• Por tanto, todo lector debe poseer el bagaje suficiente en el conocimiento de los significados de los conceptos que aparecen en el texto.
• La definición que practicaremos se denomina esencial; esto quiere decir que debe ser expresada lo esencial del concepto que debe contener los elementos y rasgos que más caracterizan al concepto que se intenta definir.
• Ejemplo. El Sumo Bien: También llamado Bien o Belleza por Platón es
• Se deben evitar definiciones excesivamente largas, pues estamos ante tiempo limitado. La extensión razonable está entre dos y cuatro líneas, pero no se sancionará una mayor extensión de la definición.
• Se debe evitar expresar la definición mediante un simple sinónimo.
• Ejemplo. El sumo Bien: Es el Sol, el Bien,
• Se debe evitar que en la definición entre el concepto definido.
• Ejemplo. El Sumo Bien: Es el Bien en la teoría de las Ideas de Platón.
SEGUNDA CUESTIÓN: EL ESQUEMA
Algunas consideraciones preliminares:
• Las ideas en un texto filosófico son proposiciones que raramente están exentas de elementos retóricos propios del estilo literario del autor
• Una segunda complicación está relacionada con las formas literarias dominantes de la época. Debemos partir de la idea de que la personalidad del autor, las modas literarias y las traducciones a partir de los idiomas originales se dejan sentir en cualquier texto, por lo que no debe extrañarnos su “rareza”
• Los giros gramaticales, las reiteraciones, las digresiones también vienen a entorpecer una fácil comprensión de los textos. No siempre el texto filosófico está limpio de estos elementos que pueden confundirnos
• Todo ello debe ser valorado serenamente para no caer fácilmente en la impotencia o el desánimo en la lectura de textos filosóficos.
• En general, los signos de puntuación vienen a señalar fragmentos o proposiciones del autor: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto y coma constituyen indicios por donde partir los textos para entrar en el análisis
Análisis de un fragmento
• Consideremos un texto del libro VII de la “República” de Platón
“Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del Sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que, dentro de lo inteligible se ve al final y con dificultad es
Analizar consiste en dividir el texto para facilitar la comprensión de las partes de éste cuando reviste dificultad para el lector; por tanto dividimos el texto en una primera proposición que es en una unidad significativa; es decir, una idea.
“Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del Sol; “
• En un segundo momento, tras la comprensión del texto, el alumno debe crear una expresión propia que manifieste de manera breve y sintética, con la máxima fidelidad al texto, la idea que aparece en ese fragmento.
• Por ejemplo: El alumno podría escribir que “Sócrates equipara, el fuego que arde detrás del muro y el fondo de la caverna con nuestro Sol y nuestro mundo sensible”.
• Y seguimos con el siguiente fragmento que dice.
“compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible”
• De nuevo se impone una lectura comprensiva desde la que emerja el sentido del texto, su significado en la filosofía del autor.
• Se puede expresar esta idea diciendo, por ejemplo: “Se compara la subida hacia el exterior de la caverna y la contemplación de la realidad exterior con el esfuerzo del conocimiento por alcanzar
• Y el siguiente fragmento que dice….”En todo caso, lo que a mí me parece es que lo que, dentro de lo inteligible se ve al final y con dificultad es
• El alumno puede expresar esta idea escribiendo, por ejemplo: Sócrates piensa que tras el duro entrenamiento en las ciencias propedéuticas y en
• Por tanto, el análisis mostrará al final las ideas halladas, pero expresadas por el alumno de manera personalizada.
LAS IDEAS PRINCIPALES HAN RESULTADO SER
• “Sócrates equipara el fuego que arde detrás del muro y el fondo de la caverna con nuestro Sol y nuestro mundo sensible”.
• “Se compara de la subida hacia el exterior de la caverna y la contemplación de la realidad exterior con el esfuerzo del conocimiento por alcanzar
• “Sócrates piensa que tras el duro entrenamiento en las ciencias propedéuticas y en
• ¿Qué quiere afirmar el autor en este fragmento? Esa es la pregunta clave que tenemos que formularnos para entresacar la tesis o pensamiento que refleja la intención ideológica del autor.
• Se impone un proceso intelectual de reflexión que consiste en relacionar las ideas principales para encontrar un sentido implícito que refleja lo que, en el fondo, nos quiere transmitir el autor.
• A veces, como en este caso, la tesis, es expresada por el autor de manera clara como vemos en la tercera idea que es la que expresa aquello que nos quiere decir Platón a través del personaje de Sócrates.
• Concluyendo: La tesis puede ser expresada así por el alumno:
“La búsqueda de la sabiduría y de
TERCERA CUESTIÓN: COMENTARIO DE CADA IDEA PRINCIPAL
El momento de máxima dificultad viene con el comentario propiamente dicho, pues todo lo que hemos hecho con anterioridad es preparatorio.
Ahora, partiremos de una contextualización previa para situar el fragmento dentro del libro de
El primer paso : la contextualización.
Contextualizar es poner el texto en un marco de referencia, expresando de qué época es el texto, quien es el autor, de qué obra procede, de qué época de su vida es la obra, cuales son los contenidos generales del libro y en concreto que tema está tratando y que cuestiones o asuntos viene planteando el autor.
• El texto pertenece al apartado III del libro VII de
• El texto trata de sacar las primeras conclusiones del mito de la caverna, alegoría que nos describe la situación de unos hombres, atados de pies y manos y sentados contra un muro desde su niñez en el fondo de una caverna y que solo pueden ver las sombras que produce un fuego que se encuentra tras ese muro, constituyendo este reducido espacio y estas sombras su mundo, su realidad. Cuando uno de ellos logra liberarse de sus cadenas y bordear el muro, advierte detrás de éste una nueva realidad formada por un fuego que arde en el centro de la caverna y unos figurantes que llevan sobre sus espaldas todo tipo de objetos y que van hablando entre sí, a lo largo de un pequeño camino situado a cierta altura que permite ver medio cuerpo proyectado sobre el fondo de la caverna; de modo que el prisionero puede entender ahora, la confusa y errónea comprensión de la realidad en la que se encuentran sus compañeros. Animado a escapar de allí, sube con dificultad por la escarpada cueva y puede encontrar la salida. Dado que no puede abrir los ojos debido a la luz del día, se va fijando primero en las sombras, después en las imágenes reflejadas en el agua, y después, con gran dificultad contempla el Sol que ilumina y da forma a
En segundo paso:
- Primero tomaremos las ideas principales y trataremos de relacionar cada una de ellas con aquellas las teorías que explicarían -según Platón- el sentido de estas afirmaciones.
- El plan pues, consiste en crear un guión ordenado, claro y lo más completo posible de la exposición que se atenga a los temas y no caiga en reiteraciones.
La primera idea afirma: “Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del Sol”
El autor quiere hacernos ver que vivimos en un mundo de opiniones porque nos atenemos a la información de la percepción sensible, la cual genera en nosotros un conocimiento imperfecto y relativo: la opinión o Doxa. Utiliza la metáfora de los prisioneros porque también nosotros somos prisioneros encerrados en el fondo de una caverna, atados a la percepción sensible e ignorantes de la realidad que existe fuera de la caverna.
No obstante parece que, aun dentro de la caverna podemos encontrar dos niveles de conocimiento: la eikasía y la pistis: la primera, donde se encuentran los prisioneros atados de pies y manos y solamente contemplan las sombras reflejadas sobre el fondo de la caverna equivalen al conocimiento que adquirimos de manera indirecta, bien a través de las opiniones de otros o bien por nuestra propia experiencia irreflexiva a cerca de las cosas. En la formación de las opiniones intervienen la tradición, las costumbres, los prejuicios, el sentido común, las opiniones de los demás, la moda, etc. que nos llevan a formarnos un tipo de opinión superficial y falsa de la realidad.
Si uno de los prisioneros tiene la osadía de liberarse y pasar detrás del muro, contemplará asombrado que la realidad en la que había creído se desmorona inmediatamente al contemplar que los entes o cosas que él creía que eran la auténtica realidad no eran más que sombras producidas por otra realidad; lo que ahora contempla es un fuego que arde en el centro de la caverna y la ilumina; pero también descubre que las sombras que contemplaba con anterioridad no eran más que imágenes que se recortaban sobre el fondo de la caverna producidas por personas que pasaban a lo largo del muro, por un caminito, llevando a cuestas objetos como estatuas y que producían personajes totalmente distorsionados y lejanos a toda verdad de las cosas.
El prisionero se ha liberado de la eikasía y se encuentra ahora ante una realidad o mundo que el considera ahora como verdadero: la realidad es ahora el fuego que es la causa de la realidad de las sombras. Este nivel de conocimiento lleva el nombre de pistis y consiste en un tipo de saber que sin abandonar el punto de vista de la percepción sensible, trata de explicar los fenómenos naturales en base a las causas que existen en la naturaleza: se trata ya de un conocimiento que utiliza la razón, pero solamente para fundamentar las cosas o entes del mundo de
No se trata tampoco de que creamos que Platón negara la realidad sensible con la vehemencia que lo hizo Parménides cuando afirmó que el “Ser es y el No-ser no es”. Como sabemos, Platón se inclinó por una interpretación del Ser de clara inspiración parmenidea; en cambio, su concepción del No-ser está inspirada claramente en Heráclito, quien afirmaba la realidad absoluta del devenir o cambio que inmortalizó en la vieja sentencia: ”Todo cambia, nada permanece”. Platón aceptó, contra su sensibilidad seguramente, que el mundo sensible no era exactamente
Decimos pues que Platón era dualista porque acepta la existencia de dos sustancias, la materia y las Ideas. En el diálogo denominado Timeo explica mediante un mito que el mundo o cosmos fue creado por un dios artesano o Demiurgo que forjó el mundo tomando por un lado la materia informe y caótica que se flotaba en
La segunda idea afirma: “Compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible”
Ahora la comparación se dirige hacia el camino de ascenso por la caverna y la contemplación del Sol. Podemos ver que esta segunda comparación tiene más calado porque por un lado se advierte que la dificultad de la salida por la escarpada ladera de la cueva hace alusión a la extremada dificultad y sacrificio que requiere el hombre para escapar de la esclavitud de la percepción sensible y de la opinión. Ésta ascensión ha de realizarse mediante el estudio de las ciencias propedéuticas: la aritmética, la geometría, la estereonomía, la astronomía y la música, disciplinas que Platón aprendió de los pitagóricos en sus cuatro viajes a
Las ciencias propedéuticas tratan sobre formas ideales, y estas son, como mucho más tarde, en el Renacimiento recordase otro insigne neopitagórico, Galileo Galilei, que los objetos o entes objeto de estudio de la ciencia son triángulos, círculos, sólidos regulares, cuya realidad y naturaleza no pertenecen al mundo material, sino que son preexistentes, únicas, simples, eternas, transcendentes e inmateriales que solamente pueden ser objeto de la inteligencia y que escapan a la percepción sensible.
Los guerreros más destacados, aquellos que hubiesen manifestado una especial agudeza e inteligencia en el cálculo, en la estrategia, en el valor ante los peligros del combate, en la entrega sin límites por el resto de los compatriotas que luchan en una falange, habrían demostrado las virtud básicas para ascender en la sociedad de
Es manifiesto, pues, que este abandono de la importancia de los valores mundanos sobre el poder, el dinero, el prestigio, el honor, la fama, etc. son sustituidos por los de Bien, Justicia, Fortaleza y Templanza, virtudes estas que el catolicismo asimiló para la religión cristiana, denominándolas virtudes cardinales, sin duda, por considerar que el camino hacia Dios ya había sido emprendido mucho antes que por el propio Jesucristo por el divino Platón. Este es el sentido de las palabras del insigne filósofo san Agustín de Hipona (siglo V d. C.) cuando afirmaba que “Platón era cristiano….sin él mismo saberlo”
Hay que colegir, por tanto que el prisionero ha tomado una nueva decisión, subir por la escarpada ladera, como resultado de una decisión racional, voluntaria, premeditada y libre: aunque en la cultura griega no aparece el concepto de libertad, como tal, implícitamente está total y plenamente presente. El prisionero quiere liberarse de las limitaciones del la percepción sensible que le sumergen en la opinión y decide un estilo de vida ascético, un estilo pitagórico vida y un modelo espartano de sufrimiento; pues no en balde, Platón admiró la forma de vida y las leyes de los lacedemonios en general y de los espartanos en particular.
La tercera idea afirma: “Sócrates piensa que tras el duro entrenamiento en las ciencias propedéuticas y en
Cuando un discípulo le preguntó a Pitágoras:
-Maestro, ¿Puedes decirnos qué es lo mejor de todo para el hombre?
El maestro contestó sin dudar un solo instante:
-El sacrificio. Eso es lo mejor para el hombre porque es lo mejor para su alma.
Es evidente que el prisionero también prefirió abandonar el mundo de la ignorancia, del relativismo y de la opinión por el mundo de
Se acusa a Platón de ser un reaccionario por combatir las ideas progresistas de los sofistas especialmente e intentar volver a los valores tradicionales de la sociedad ateniense que se puso a prueba en las extraordinarias gestas de las Guerras Médicas. Nada más falso. Platón desarrolló una filosofía que puso de manifiesto la existencia de certidumbres que podían ser conocidas por el alma racional y entre estas realidades se encontraba al final, como principio y fundamento de todas ellas la idea de Bien. Ello permitía al ser humano encontrar los fundamentos en su propia alma racional para dar sentido pleno a su vida personal y para conducirse en todo tipo de asuntos a la luz de las ideas de Bien, Justicia, Fortaleza y templanza, actuando, como nos relata en el diálogo llamado Fedro, diestro como un auriga -cuya virtud es
Para Platón, los hombres y mujeres más virtuosos tenemos que buscarlos en el estamento de los guardianes o soldados que hubiesen superado sus estudios en las ciencias propedéuticas, ya que estos estarán más capacitados para el estudio de
La tentación que Platón advierte en todo aquel que ha encontrado en el interior de su alma la verdad es que siga este camino, olvidándose de sus compañeros de la caverna. Éste impulso, también llamado Eros, es una pulsión noble que emana del alma irascible, tal y como nos cuenta Platón en su diálogo de madurez titulado El Banquete, donde explica como el alma que ha reconocido las formas divinas en los objetos bellos, armónicos y en los hechos justos y nobles, transciende el mundo de lo sensible y su alma se ve impulsada a ir tras ellas, abandonando toda preocupación por el mundo sensible y por tanto por el destino de la sociedad. Pero ello no es políticamente posible y debe ser corregido obligando a los sabios en prácticas a que devuelvan a la polis lo que la polis ha hecho por ellos, pues los ciudadanos que pertenecen a la clase del estamento de los productores (artesanos, constructores, banqueros, campesinos, etc.) han ido aportando los recursos materiales para que esta forma de educación y de Estado sea posible; pues ellos son los que proporcionan los recursos para que los guerreros puedan vivir en sus campamentos en régimen de comunidad de hombres y mujeres, teniendo como única propiedad sus armas; y los sabios puedan regir el gobierno y administración de la vida política desde sus cargos que son sufragados por las aportaciones de los productores. Es decir, que en
Tesis, conclusión del comentario y valoración del texto:
Una vez interpretadas las distintas ideas principales, toca ahora concluir el comentario con una síntesis comprensiva de todo ello y una valoración de la importancia de estas ideas en la obra Platón, evitando reiteraciones.
Este texto aborda, mediante el mito de la caverna, una síntesis de las grandes ideas de Platón que aparecen explícitamente unas, como la idea de esfuerzo en el conocimiento, la idea ascética de la vida, la existencia de un conocimiento supremo, el de las Ideas y la existencia de un principio absoluto y trascendente que es
Esta densidad de temas platónicos nos permite elegir aquel que consideremos más adecuado y que no reitere los temas tratados en el comentario de texto.
Por encima de todo, el mensaje de Platón tiene algo de profético y salvífico, en el sentido de la religión. Diversos autores han insistido en el tono religioso que recorre toda la obra del autor; parece como si siempre estuviese apuntando a la idea de Dios que él certeramente denomina el Sumo Bien, afirmando que todo cuanto existe, tanto las cosas del mundo sensible como las del mundo inteligible son obra de una entidad creadora, primera causa de todo. Este tema solo puede ser abordado por la dialéctica, ciencia suprema del conocimiento, puesto que el objeto, es una entidad, no ya inteligible, sino inmediata al conocimiento, que se impone de manera intuitiva, sin mediación de ninguna hipótesis, como
La existencia del Sumo bien abre la puerta a la esperanza de transcendencia del alma tras la muerte; quizás Platón no está en disposición de afirmar cual es la naturaleza de esa realidad porque la experiencia filosófica es, de alguna manera, inefable, inexpresable con nuestras palabras. Quizá también, este es el mensaje profundo que trasmite el mito de la caverna: ante lo inefable solo cabe la experiencia filosófica. El mito no es más que un pueril recurso, como lo son todos los diálogos, para acercarnos a la certidumbre de la existencia de una realidad superior que podemos vislumbrar y que salvará nuestra vida, no solamente del ciclo de las reencarnaciones sino de una existencia absurda y vulgar, perdidos en la adoración a los becerros de oro de la sociedad opulenta y burguesa que llevó a los jóvenes atenienses hacia la decadencia primero y después hacia la guerra, posiblemente porque creyeron que el bien era la ambición por el poder, la riqueza y la fama, valores estos que emanan de la experiencia sensible, y no miraron, como proponia nuestro filósofo a la verdadera realidad
CUARTA CUESTIÓN: CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL DEL TEXTO
Esta parte del comentario pretende contextualizar tanto la obra como el propio texto dentro de aspectos de carácter histórico, político, cultural y biográfico. Dado que son muchos los datos que pueden entrar en estos apartados, se impone una selección de lo más relevante respecto a los contenidos que indica el propio texto. Sugerimos un pequeño recorrido por estos apartados, seleccionando aquellos que creamos más significativos.
Desde el punto de vista histórico, el libro de
Sin embargo, la hegemonía ateniense (del griego eghemón, el que lleva el mando) comenzó a ser vista con recelos por sus propios vecinos y diversos incidentes, aparentemente poco significativos, desataron la enemistad de Corinto que involucró a Esparta en una guerra entre griegos que a lo largo de una treintena de años 431- 404) desangró a todos ellos pero que terminó con la derrota de Atenas a manos de Esparta. Tucídides, el verdadero creador de
La restauración de la democracia, dos años después creó un clima insoportable debido al instinto de revancha que se cebó, inevitablemente, en aquellos que habían apoyado el régimen de
Desde el punto de vista cultural
Por esta razón, Platón atacó los planteamientos democráticos, personalizándolos en los sofistas, personas extranjeras, cultos, con gran preparación, que poseedores de algún tipo de saber, adquirieron un papel excesivo en la cultura ateniense, desplazando la mayor parte de las creencias tradicionales sobre los dioses, la moral, las costumbres y la patria y creando un modelo de areté que Sócrates y Platón desdeñaban por su superficialidad y por la utilización perversa del lenguaje. Además. Los sofistas cobraban por sus enseñanzas y eran generosamente retribuidos por las confiadas familias de la nueva aristocracia ascendente, la burguesía; pero la propia competencia entre ellos les llevó a la utilización del lenguaje más allá de su correspondencia con la verdad de las cosas. Así, Gorgias, importante sofista, afirmaba que: “Puedo convertir el argumento más débil en el más fuerte y el más fuerte en el más débil”; y lo peor fue que era cierto y la sofística, como arte de elaborar discursos sobre presupuestos falsos pero aparentemente verdaderos, azuzados por el brillo del oro, pervirtieron el significado de las palabras y abocaron a la ciudad a la confusión. En medio de las sombras de la caverna, atados a sus confusas ilusiones y creencias, los hombres no distinguen la verdadera realidad. Además los sofistas renegaron claramente de la ciencia y de la filosofía porque, al entender de Protágoras no existe una verdad absoluta porque “El hombre es la medida de todas las cosas”. Primero Sócrates y después Platón reaccionaron contra este relativismo por sus consecuencias nefastas sobre el alma de los atenienses. En el diálogo titulado Fedón, nuestro autor afirma rotundamente: “El lenguaje impreciso no solamente es un error; implanta el mal en el alma de los hombres”
QUINTA CUESTIÓN: LAS INFLUENCIAS DE LOS FILÓSOFOS EN PLATÓN
Los filósofos, como cualquier otra persona, viven bajo unas circunstancias históricas concretas que determinan en gran medida su pensamiento: es evidente que el desarrollo científico y filosófico griego determina la obra de Platón, quien va a tomar de sus contemporáneos y predecesores, elementos teóricos, métodos, temas y objetos de investigación que tendrá en cuenta para crear una potente síntesis, no ecléctica, sino una creación filosófica original y de gran profundidad. El alumno deberá tratar de “ver” en el texto la presencia de estas influencias en el filósofo, pero no de manera arbitraria sino en relación con las ideas principales.
En el fragmento que estamos comentando vemos aparecer el tema de la opinión, la realidad ontológica, el mundo de la percepción sensible, las ciencias, el camino del alma, la virtud; la aparición de estos temas en la historia del pensamiento y su influencia en el autor debemos tratarlos con cierto orden, ya sea cronológico o temático, pero con algún criterio.
Desde el punto de vista cronológico destacamos la influencia de los pitagóricos en las disciplinas científicas a las que se refiere el texto con el ascenso por la caverna y en la disciplina ascética para formar y liberar el alma de las reencarnaciones; el tema de la opinión aparece tratado por Parménides cuando habla de las dos Vías: la de la opinión y la de
Se atribuye a Pitágoras la adopción de la religión órfica por su ruptura revolucionaria con las religiones tradicionales griegas; estas, mantenían un apego insoportable a la tradición, una multitud de interpretaciones, una tendencia a la utilización de la imaginación para explicar las cosas y una ausencia del logos, de la razón para dar cuenta de los grandes temas que afectan al hombre y su destino.
El orfismo afirmaba la naturaleza dualista del ser humano, compuesto de cuerpo y alma y donde el alma constituía el verdadero ser y la verdadera naturaleza del hombre; en una palabra, el ser humano es solamente su alma. La leyenda de Orfeo nos cuenta que este venció a la muerte cuando logró entrar en el Hades en busca de su amada y regresar a la vida sin ella; desde entonces, Orfeo vivió entregado al divino arte de la música y el canto (era un aedo o poeta que recitaba versos acompañado del sonido de una lira) que le llevaría a la purificación del alma y sus regreso, tras la muerte, al mundo de la divinidad de donde procedía el alma humana.
Pitágoras y los pitagóricos tomaron este mito órfico pero lo transformaron: para ellos la forma adecuada de alcanzar la purificación del alma era el sacrificio de una vida dedicada a la búsqueda del conocimiento especialmente matemático y la especulación filosófica sobre la naturaleza del número; pero la razón profunda de esta disciplina no era otra que servir a la purificación del alma para alcanzar la inmortalidad y evitar de nuevo la caída el la metempsicosis o reencarnaciones que provocaban la vuelta del alma a la tierra y su reencarnación en seres inferiores hasta que otra vez , en otra vida, tuviésemos la oportunidad de hacer una vida recta. Para los pitagóricos era una necedad correr ese riesgo y la vida presente una oportunidad para regresar a nuestro verdadero mundo, cielo o divinidad. Platón tomará estas ideas para reelaborarlas, tomando las disciplinas pitagóricas pero desarrollando una metafísica de las formas e Ideas, un mundo absoluto y real que una vez alcanzado mediante
La vía para penetrar en el conocimiento de las Ideas fue perfilada por Parménides al poner en claro que solo existía una camino hacia el saber del ser y que estos se identificaban plenamente: “Lo mismo es el ser que el pensar”. Esto quería decir que el camino de
Platón, no obstante tropezó con la afirmación de Heráclito a cerca de la realidad del cambio, de la existencia de la materia que no es otra cosa que una materialización del fuego eterno que se va transformando a lo largo de un largo ciclo en otras cosas y que al cabo de los tiempos regresa a ser de nuevo fuego puro y metafísico, logos, Dios mismo. Platón reconoce que no se puede negar la existencia de una realidad exterior al alma, pero le horroriza sin duda la explicación de eterno retorno sin sentido de las cosas que no sirve para dar un sentido a la propia vida humana y que se queda en un panteísmo donde todo es dios y dios es todas las cosas. Una especie de concepción mística donde lo humano y lo material se amalgaman con la divinidad sin un sentido muy preciso para dar una explicación de lo humano.
Por esta razón Platón acometerá la gran tarea de buscar en lo transcendente lo humano y con gran éxito porque el mundo de
Quien inició esta investigación de manera decisiva fue el maestro y amigo de Platón, Sócrates, quien abandonando las preocupaciones cosmológicas de su juventud dirige ahora su investigación hacia los conceptos morales; en medio de los amigos y curiosos que le rodeaban en el ágora de Atenas, el astuto Sócrates va tejiendo su estrategia dialéctica que está basada en la presunción del famoso principio: “Solo sé que no sé nada”, aserto que hacía caer en la trampa dialéctica a los que presumían tener conocimiento sobre los conceptos más importantes de la Ética; la mayéutica, además implicaba una diestra utilización de la ironía socrática que actuaba como un pincho en el costado y que Sócrates hacía aparecer cuando el presunto sabio era cogido en una rectificación de su propuesta original para evitar la contradicción a la que le llevaba el interrogatorio socrático. Los diálogos de juventud de Platón como Protágoras o Menón, reflejan muy bien a este incisivo maestro de la Ética provocando el malhumor entre sus contertulios que debían de enfrentarse a sus incoherencias pero que si persistían en el objeto de la investigación, terminaban adquiriendo una visión nueva que les hacía mejores. En los diálogos posteriores de madurez y de vejez, Platón va a elevar a la categoría de entes reales y transcendentes lo que para Sócrates parece que eran conceptos universales; esto es, su ética se vuelve más transcendente y más religiosa en la medida que las Ideas de Belleza, Bien, Justicio, Valor y Templanza son metas para el conocimiento y para adecuar nuestras vidas a estas entidades. Además, como queda dicho, Platón basó su teoría ética en una determinada interpretación antropológica y psicológica fruto de sus investigaciones sobre el alma humana.
Ha sido decisiva para la formación del pensamiento occidental y dominó a éste en el continente europeo hasta bien llegado el siglo XVIII bajo formas y temas distintos.
Quizá fue su discípulo Aristóteles quien más pronto disintió de la teoría de las Ideas; aunque en cierto modo terminó asimilando esta teoría bajo la forma inmanente de las formas. Lo que hace Aristóteles es afirmar que lo entes materiales de nuestro mundo sensible están hechos de materia y forma, donde la forma no es sino la idea platónica puesta en cada uno de los seres o cosas. Se trata de la famosa teoría hileomórfica.
Pero
Por Marino Torre